viernes, 3 de abril de 2009

PALABRAS MAS, PALABRAS MENOS

La cosa es así. Yo estudié Comunicación Social porque me gusta escribir, me gusta expresarme a través de las palabras. Casi siempre puedo plasmar mejor en un papel todo lo que me pasa, que si esas mismas palabras las tengo que decir cara a cara, “face to face”, o como quieran llamarlo. La gente que me conoce sabe que el tema de expresar mis sentimientos “en vivo y en directo” no es mi fuerte.
Es así como normalmente cuando escribo una carta, intento siempre poner mi alma en cada letra, cuando hago algún trabajo para la facu, gasto párrafos y párrafos describiendo puntillosamente escenario y situación en la que se desarrolla el hecho, y cuando escucho algún tema que me gusta, analizo palabra por palabra cada oración, para poder encontrarle su verdadero sentido. Casi siempre me pasa que alguna de todas las frases de cierto tema de Calamaro o las Pastillas del Abuelo (por nombrar a dos de mis artistas preferidos) resume todo lo que yo en realidad explicaría en alrededor de dos páginas. Cada vez que encuentro “esa” frase, el nick del msn que acompaña a mi clásico “Ferchita” cambia.
El otro día, el nick cambió, pero no por una frase de Calamaro o de las Pastillas. Esta vez, Fito fue el que me sorprendió. Escuchando las desafinadas notas de la nueva generación de Operación Triunfo encontré (o redescubrí, mejor dicho) que dentro de “Un vestido y un amor” estaba la frase justa, las palabras exactas que andaba buscando para describir a la perfección mis sentimientos/pensamientos.
Desde hace un tiempo creo que a veces “todo lo que diga está de más”, más allá de lo contradictorio que suene si pensamos como inicié este posteo. Es ilógico que quien afirmó que siguió la carrera de la que se esta por recibir porque le gusta expresarse a través de las palabras diga que justamente en algunas ocasiones las palabras sobran, pero es así.
Eso llena de impotencia Eso a veces duele.
Hay veces en las que no se encuentra consuelo en las palabras. Hay veces en las cuales un silencio dice más. Hay veces en las cuales nada puede reflejar lo que uno siente. Cuesta en esos casos hacerse entender, porque nos sentimos lejos y cerca a la vez. Nos entendemos y no podemos demostrarlo, no encontramos como reflejar un “estoy con vos” o un “te quiero” sin sentir que son palabras vacías.
Es entonces cuando un abrazo vale más que mil palabras. Un mate en compañía adquiere significado. Un chiste malo cubre toda la angustia que sentimos. Una mirada nos hace sentir especiales. Reírse sin parar o llorar por una película de amor cobra sentido. Comer hasta reventar juntos o “hacerse la pata” en la dieta se convierte en el más maravilloso gesto. Caminar abrazados por la calle cuando hace frío se transforma en la mejor muestra de cariño…
Hoy por hoy, “todo lo que diga está de más”. Hoy por hoy, no me quedan palabras en stock. Hoy nada de lo que diga es suficiente…

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